Hace unas semanas,
una amiga llego a mi casa con una angustia considerable. En su trabajo había
tenido una serie de cambios estresantes en el último mes que no se había
acordado de su propósito de comer sano incluyendo ensaladas regulares, y echaba
de menos la convivencia con algunos amigos a la hora del almuerzo porque estaba
tan absorta en su trabajo que si hubiera sonado una alarma de incendios en su
oído, ella ni siquiera se habría dado cuenta.
Pude escuchar la
ansiedad en su voz y verla en su lenguaje corporal. Para ella, la comida se
había convertido en una preocupación añadida a una larga lista de problemas.
Se le vía decaída y muy lejos de sentirse feliz.
Comer es un reto
para muchas personas. No sólo porque hoy en día hay más alimentos para elegir
que nunca antes, sino porque estamos constantemente bombardeados con anuncios
donde los "expertos" nos dicen que y cómo comer, lo que siempre se
debe comer o no comer, o comer sólo en ciertas cantidades, o en ciertas
combinaciones , o en ciertos momentos en que los planetas se alinean en una
danza cósmica. (Con todo esto yo también me siento estresada).
No es de extrañar
que la gente se siente confundida. Pero no hay que olvidar que para llevar una
VIDA SANA es necesaria cierta disciplina por lo que organizar el día marcando
algunos horarios que intercalen el trabajo, el descanso, un poco de ejercicio, algún
espacio para socializar y desde luego,
tiempo para comer es indispensable.
Ahora que, como bien
lo comenta el portal de Nutrición y Salud de "El Pozo", COMER SANO
implica la elección de alimentos saludables reconociendo las preferencias
individuales, el estilo de vida, las tradiciones culturales y étnicas, así como
los requerimientos físicos personales.
Pero todo esto no
tiene porque ser complicado. Siempre es bueno contar con la opinión de un
especialista, pero dentro de las opciones a nuestro alcance elijamos los
alimentos que mas nos agradan, con los que nos sintamos cómodos, teniendo
presente que en la variedad puede estar el equilibrio, demos preferencia a lo
natural y seamos consciente que disminuir las grasas y la sal nos ayudará a
sentirnos mejor.
Mi amiga y yo
conversamos sobre algunas posibles alternativas para organizar mejor su tiempo
y no mal pasarse demasiadas horas sin comer por culpa del trabajo, nos reímos
un buen rato con algunas ocurrencias simpáticas que llegaron a nuestra mente y
pude ver como la ansiedad iba desapareciendo de su rostro poco a poco para
dejar salir algunas estruendosas carcajadas. Fue maravilloso.
Tienes razón Diana,los alimentos naturales siempre nos ayudan a sentirnos mejor, empezando porque al comerlos no se anida en nuestro corazón el sentimiento de culpa que inevitablemente surge cuando comemos algo que sabemos perjudica nuestra salud, nuestro cuerpo y por ende nuestra autoestima. Saludos!!!
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