Hágase las preguntas correctas.

Preguntas con el ¿Qué? Y el ¿Cómo? promueven la acción; y siempre vamos a tener mayor control sobre el Yo que sobre los demás.

Solo lo que hacemos nos da satisfacción. Actuar puede llevar a errores pero nos trae crecimiento y aprendizaje, la inacción causa parálisis y atrofia. La acción nos lleva a soluciones, la inacción nos ancla en el pasado. La acción requiere coraje, la inacción con frecuencia es una señal de miedo. La acción nutre la confianza, la inacción aumenta la duda. Al hacernos las preguntas correctas: ¿Qué debo hacer para ser más feliz? ¿Cómo debo hacerlo?, si nos estamos preguntando ¿Qué? y ¿Cómo?, veremos que ¿Porqué?, ¿Cuando? y ¿Quien? ya dejan de ser relevantes.

(LA FELICIDAD por: Rogelio Carrillo Penso)