- Si no existiera lo salado, quizás no apreciaríamos lo delicioso de un dulce.
- Si no tuviéramos problemas, no experimentaríamos la satisfacción de resolverlos.
- Si no conociéramos la tristeza, no entenderíamos el valor de la alegría.
- Si alguna vez no hubiésemos sentido el golpe de la soledad, quizás no apreciaríamos el gran valor de un amigo.
Así pués creo yo, que pretender vivir felices por siempre como en los cuentos de hadas, o en el éxtasis del optimismo permanente como le paso al "Príncipe Feliz" cuando vivía en el "Palacio de la Despreocupación", le quitaría su encanto a los misterios, lo sabroso a la sorpresas, y su sentido a la vida.
Estas son las razones por las que entiendo bien el comentario del Prof. Alfredo Fierro cuando en el video "Ideas Atrevidas para ser Feliz" expresa su opinión diciendo que no comparte el optimismo de los optimistas, aunque acepta que el optimismo contribuye al bienestar, piensa que, una visión de la vida en sus aspectos más dramáticos también contribuye a ser más feliz.
Como dicen por ahí, la abundancia mata el deseo, y sin deseos no hay metas que perseguir. Un optimismo sin medida puede llevar a una apreciación errónea de la realidad y después al conformismo, al "Todo esta bien", o al "Seguro llegará" y quizás debilite el ánimo de luchar por construir la esperanza de destino mejor.
Nota de Referencia: Seis Ideas Atrevidas Para Ser Feliz
El hermoso cuento "EL Príncipe Feliz" se encuentra disponible en la sección de descargables.
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