Nunca te des
por vencido, en nada que sea
grande o pequeño, sublime o trivial, nunca, nunca, nunca, nunca"
Winston Churchill
Una Historia
inspiradora
Winston Churchill,
(1874 – 1965). Distinguido político, considerado uno de los más grandes líderes
del Reino Unido en tiempos de guerra, notable hombre de estado y orador, además
de ser un gran oficial del Ejército Británico, también destacó como historiador,
escritor y artista. Hasta la fecha es el único Primer Ministro Británico que ha
sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura, y fue nombrado ciudadano
honorario de los Estados Unidos de América.
Pero Churchill no
siempre fue la persona exitosa que conocemos, se sabe que su niñez transcurrió
principalmente en internados escolares y que la distancia y ausencia de sus
padres marcaron su infancia como una experiencia solitaria y desolada.
Una anécdota cuenta que siendo muy pequeño, al presentar su examen de admisión
para la asignatura de latín en el Harrow
School, solo escribió el título de la misma, su nombre y el número 1 seguido de
un punto y nada más, ya que no tenía idea de qué escribir. No se podría decir
que la entregó en blanco pues además, dejó caer dos borrones de tinta. A pesar
de ello fue aceptado, dado el peso de sus antecedentes familiares, pero fue
asignado a la división más atrasada del colegio.
Churchill no
progresaba mucho en la escuela, siendo regularmente castigado por su deficiente
trabajo y su falta de dedicación. Tenía una personalidad independiente y
rebelde, y no logró alcanzar muchos méritos a nivel académico, siendo
suspendiendo con frecuencia en diversas materias. Tiempo después justificaría
su fracaso escolar como un acto de
rebeldía contra su padre.
Entre su soledad y
tantos regaños, Winston logró sentirse feliz al enfocarse en aquello que le
gustaba como fueron las matemáticas y la
historia, en las cuales logró estar colocado entre los mejores alumnos; y algo que
él comentó le agradaba mucho era aprender el inglés, materia en la que siempre
destacó. Actualmente en Harrow existe el premio Churchill que se otorga a los
mejores ensayos en inglés de los estudiantes.
En su generación
escolar también logró ser campeón de esgrima, le apasionaba la precisión entre
los reflejos y la coordinación física que su práctica requiere, y que no solo
le dio la oportunidad de recibir el reconocimiento de sus compañeros y
maestros, sino también la admiración y el cariño de las chicas de su clase lo que seguramente contribuyo a convertirlo en un hombre feliz.
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Diana, que interesante narración, me quedo con la frase de entrada, "Nunca te des por vencido" y el mensaje final que invita a enfocarnos en aquello que nos agrada para superar aquello que nos resulta desagradable pero que aún asi tenemos que atender. Buena nota. Saludos.
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