Los sentimientos son
como una brújula interna, en la medida que identificamos nuestras emociones estamos mas o menos
preparados para manejar lo que venga en el camino de la vida. Estar en contacto
y reconocer la propia sensación permite al individuo explorar sus sentimientos
y por lo tanto ser más consciente de lo que a él o a ella le trae la verdadera
felicidad.
Sin embargo, también
hay que ser conscientes de la locura que representa sólo seguir los
sentimientos sin aplicar la inteligencia o el
discernimiento de la mente. Es decir, dar rienda suelta a los impulsos
sin permitir a la razón intervenir antes de actuar.
A veces los
sentimientos pueden conducir a reacciones que nos colocan en circunstancias o
problemas no deseados, por lo tanto es recomendable explorarlos antes de que se
les permita ser el factor dominante en la ejecución de algunas cosas.
He aquí algunas
maneras de entrar en contacto con nuestras emociones sin los efectos perjudiciales que podrían
causar si se actuara impulsivamente.
Cuando la mente le
dice al cuerpo que desea algo, lo primero que debemos hacer es dar un respiro
profundo, detenernos por unos segundos para tratar de identificar dicha
sensación y clasificarla en consecuencia. Al hacerlo, se puede entonces
discernir si este sentimiento al ser consentido traerá resultados positivos o
negativos.
Una vez el
sentimiento ha sido reconocido, el proceso de comprensión de la sensación
comienza. Entonces podemos observar si el deseo se fortalece o puede ser
ignorado por completo. Después de hacer un ejercicio honesto si la sensación
sigue siendo fuerte, por lo general significa que va a ser un impulso bastante
dominante durante nuestra vida.
Realizar este
ejercicio es bueno, con demasiada
frecuencia la gente tiende a ignorar los sentimientos y emociones vinculadas a sus impulsos y esto puede causarles graves daños si no se
controlan durante demasiado tiempo.
Por otra parte, al
identificar nuestros impulsos positivos, aquellos que nos provocan alegría en
el corazón, que son maravillosamente positivos y nos llevan ser altamente
productivos, podemos darles rienda suelta y permitirles que exploten con todo
su poder.
“Piensa siempre en lo que harás, antes de actuar. No permitas que la impulsividad te domine o tu camino estará lleno de oscuridad”
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