El sonido de las campanas se ha asociado con la Navidad desde hace un largo
tiempo, tradicionalmente anuncian con
alegría el nacimiento de Jesús!, el salvador del mundo. Es decir, se les
relaciona con buenas noticias y con el canto de villancicos y melodías
navideñas.
Por otra parte, en muchos lugares del mundo, la imagen del Santa
Claus viajando en su trineo velozmente, jalado por sus renos, y haciendo sonar
unas pequeñas campanitas para avisar que está por llegar, nos recuerda la
maravilla de dar y recibir obsequios, lo que sin duda es motivo para compartir momentos felices
con nuestros seres queridos.
Al escuchar el tintineo de las campanas de Navidad es inevitable experimentar
una bonita emoción, entre el frío invernal y la nostalgia que empieza a
sentirse por un año que está por terminar, nuestro corazón parece bailar y
agitarse levemente, llenarse de candidez, y entonces, sonreír es algo natural.
La Navidad es una época que nos invita a llenarnos de ilusión y energía, donde todos comparten buenos deseos, se reconocen los aciertos y se hacen a un lado los errores para trabajar en ellos en otro momento. Participemos de estas fiestas con entusiasmo y donde les sea posible, ¡Cuelguen unas campanitas!, permitan que su bello sonido despierte a su niño interior, ámenlo como al niño Jesús y dejen que la felicidad inunde por completo su espíritu.
Hola Dianis no se donde están los dos puntos en esta computadora pero te quiero mandar un saludo y muchos abrazos navideños a ti y a Luis y si, tienes razón,ponemos todos los arreglos navideños y a veces se nos olvidan las campanitas.
ResponderEliminarAsí es Paty, y no tiene que ser Navidad para tener campanitas en casa, dicen que cuando el aire las hace sonar es que un ángel voló por ahí. Saludos.
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