No se compare con los demás, principio fundamental
para ser feliz
Quiero
hacerle unas cuantas preguntas antes de hablar del título de este artículo.
¿Conoce a alguien que haga todas las actividades que usted sabe hacer? ¿Alguien
quizá que tenga tantos amigos como usted, que le den sorpresas inesperadas un
día cualquiera, que lo busquen para dar un consejo o que lo abracen de
improviso para decirle cuánto le quieren? Sinceramente puedo presumir que su
respuesta fue no. Posiblemente conozca a alguien con sus mismos gustos o que lo
abracen como a usted, pero nadie, absolutamente nadie será como usted. Aún los
gemelos son seres disímiles en su forma de actuar y pensar.
Si está
ahora de acuerdo conmigo en esa apreciación, entonces voy a hacerle las
siguientes preguntas ¿se ha comparado alguna vez con alguien?, ¿creyó que esa
persona es mejor que usted? y por último ¿ganó algo con eso? Ahora creo que tengo unos cuantos sí.
Ser feliz es una condición deseable.
Como
parte de la propia necesidad de ser
feliz, siempre buscamos la perfección y en ese camino solemos
encontrarnos con otros con diferentes intereses, capacidades y formas de
entender y asumir el mundo. Por eso, cuando vemos a alguien con diferentes
fortalezas a las nuestras o con un aparente éxito superior al nuestro, nos es
fácil compararnos con ellos, para tratar de equilibrar lo que el ego nos
muestra.
Recuerde
que usted no puede controlar por ejemplo sus sentimientos de celos o
envidia, pero en lo que sí es responsable es en lo que hace
con ellos.
Si usted
es único e irrepetible, ¿qué le hace pensar que los otros son superiores o
mejores que usted? nada. No caiga en la trampa que el ego le juega, no hay
nadie como usted no se compare con nadie, esa es la llave que abre las ventanas
por donde entrarán las claves para ser feliz.
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